El enemigo, aquel extraño y oculto personaje, aquel que atenta contra nuestras vidas, conceptos e ideas, que nos desvela por las noches, y nos preocupa por el día,
aquel que nos manipula, engaña y miente, aquel que nos acongoja,
opresiona y deprime, aquel que nos somete y atemoriza, el enemigo por el
cual estamos dispuestos a enfrentar en batalla, a combatir hasta la
victoria o la muerte, y del cual desconocemos su verdadero plan e intención, ese que se oculta en el centro de los círculos de poder, ancestral y poderoso, ese enemigo nuestro...cuan equivocados estamos!!!
Pensamos que hay que enfrentar y combatir al poder en las sombras, a la élite gobernante, y a sus fieles representantes, destruirlos y tratar de cambiar las cosas, llegando hasta el interior para desenmascarar a aquellos que se ocultan en el centro de los círculos concéntricos
de poder, los programadores, los enemigos, creemos que la batalla es
con ellos, que podremos vencerlos, doblegarlos, someterlos,
y ese es el gran error, porque el enemigo no son ellos, somos nosotros
mismos, nosotros vulnerables máquinas de carbono somos el enemigo, está
dentro de nosotros, oculto en nuestra programación,
fieles siervos de sus deseos, esclavos de nuestros temores,
incapacitados de actuar y pensar por nosotros mismos, manejados por su
mejor arma, el miedo, miedo al cambio, miedo al que dirán, miedo a la soledad, miedo a equivocarse, miedo a decidir, miedo al prójimo, miedo al amor, miedo
al miedo.
Si queremos alguna vez, lograr ser libres, la primera batalla
que tenemos que enfrentar es la batalla con nosotros mismos, nuestro
enemigo interior, nuestros temores, nuestra programación, nuestra inseguridad, nuestra estupidez.Dije que ellos no pueden destruirnos, porque nos necesitan,
pero nosotros si podemos destruirnos como máquinas de carbono para
renacer como Humanos, si ganamos nuestra batalla ganamos la guerra,
porque quedaran solos, sin nadie a quien manipular, engañar, asustar, serán reyes sin reino, emperadores sin súbditos, serán ellos los esclavos de su propia naturaleza, porque su creación resulto ser su perdición.
Es
preciso entender esto, para tratar de lograrlo y luego poder decidir
como seguir, si siempre dependemos de alguien que nos diga que hacer,
nunca lograremos la victoria, porque siempre aparecerá la duda,
la indecisión, la inseguridad, solo consiguiendo la certeza podremos
enfrentar la batalla final, y esta se otorga como medalla después del
combate, solo entonces podremos hacer lo que tengamos que hacer, sin
dudas ni culpa, porque tendremos la seguridad que es lo correcto, y que
todos marchamos al unisono para un fin en común, levantando la bandera
de la verdadera libertad.