(Panamá, 20 de agosto. EFE) – El escritor y periodista
español J.J. Benítez no tiene reparos en hablar en “voz alta” y decir,
entre otras cosas, que no cree que exista la democracia, que el ébola es parte de la guerra biológica y que los israelíes replican el holocausto con los palestinos con su ofensiva militar contra Gaza.
En una entrevista con Efe, el autor de la conocida saga literaria “Caballo de Troya”,
que participa en la X Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, habló
además de su narrativa, del mundo digital y la muerte, tema de su más
reciente libro, “Estoy bien”.
“¿Pero usted cree en la democracia?”, pregunta Benítez, autor de más
de medio centenar de libros, a modo de respuesta cuando se le plantea si
la llamada revolución digital ha democratizado el acceso a la cultura y
el conocimiento, para enseguida apuntar que “en los cielos no hay
democracia” y “por algo será”.
“¿En qué lugar del mundo hay democracia?, dígame un solo país. La democracia es un bello sueño al que tiene derecho el ser humano, pero que no existe”, afirmó.
El autor español remarcó que “todos los medios de comunicación del
mundo están inclinados hacia determinados sectores por las razones que
sea, políticas, económicas”.
En ese sentido, dijo que es “muy probable”, aunque “no lo pueda
demostrar nadie”, que exista un grupo de personas poderosas que deciden
sobre todo en el planeta, como las guerras, “que se organizan con 20
años de antelación”.
Puso como ejemplo las epidemias de la gripe aviar, del ébola ahora,
de las vacas locas y el sida, que “siempre han tenido un origen militar
de guerra biológica”.
“Apuesto lo que quiera a que algún día, dentro de 50 años, claro, ó 100,
se demostrará que el ébola lo lanzaron los militares norteamericanos
sobre África, igual que el sida y (la intoxicación alimentaria por) el
aceite de colza en Madrid (España), entre otros”, indicó.
En cuanto a la campaña militar de Israel en Gaza, Juanjo, como le
conocen sus amigos, no vaciló en afirmar que es “una vergüenza”.
“Lo que está pasando es vergonzoso, me río de las conmemoraciones que
están haciendo del holocausto (judío) porque ellos están repitiendo el
holocausto, y no me importa decirlo porque tengo la edad suficiente como
para poder pensar en voz alta”, afirmó.
“Tú no puedes utilizar la fuerza, y qué fuerza -añadió- para machacar a unos señores que, sí, que están lanzando cohetes, y que nadie está elogiando el papel de Hamas, que son tan culpables como los judíos, pero los judíos son mucho más porque tienen el poder”.
Esta es la “cruda realidad” y en este conflicto, que tiene visos de
“nunca acabar”, lo más terrible sería una solución nuclear, apuntó.
Por otro lado, confesó que no usa ordenador aunque sí el celular,
solo para recibir y hacer llamadas, y que todavía tiene a mano una vieja
cámara fotográfica con el problema, dijo, de que no encuentra dónde
poder revelar los rollos.
Mostró, además, su preocupación por la “creciente adicción”
entre los jóvenes a los teléfonos móviles y criticó a los que prefieren
hablar por celular en vez de socializar y tratar con las personas
directamente.
En relación con su narrativa, dijo que se centra en su capacidad de
síntesis y rigor, pero que no puede atinar a decir si la clave del éxito
de sus libros está en el tema o en la forma de contarlo con un lenguaje
periodístico “limpio, directo y sin rodeos”.
“No me preocupa el éxito, porque lo único que intento es hacerlo
bien, que se vende mucho, pues, estupendo, porque eso me permite
sobrevivir y me permite seguir viajando” por todo el mundo, destacó.
En su más reciente libro “Estoy bien”, Benítez cuenta con el testimonio de 127 personas que aseguran haber tenido contacto con familiares fallecidos, con el objetivo, dijo, de que las personas “le pierdan el miedo a la muerte”.
“Es lo que pretende el libro, que la gente que no supera la muerte de
personas conocidas, piensen que aquí no se termina esto, que esto (la
vida) es un paréntesis breve que alguien ha diseñado de una manera que
no comprendemos”.
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