Escapar de la violencia doméstica, de la intimidación en la escuela, del acoso, del maltrato de un profesor que desconoce la tragedia silenciosa. Un niño se refugia en un frágil universo con fronteras de tiza y números, un diminuto escenario sobre el cual baila y realiza su huida de la infeliz realidad donde sobrevive.
Esa es la historia que cuenta With a Piece of Chalk (Con un pedazo de tiza), un cortometraje de cerca de 4 minutos publicado en YouTube por el grupo de jóvenes cineastas JubaFilms, residentes en Alemania. El video presenta a Justen Beer, un talentoso break-dancer de 12 años.
El breve atisbo a las jornadas de este chico asediado por la violencia, que encuentra en el baile un camino personal hacia la paz, nos revela otro de los rostros de la fortaleza humana. Aún en el más sombrío de los tiempos, nos habitan energías suficientes para convertir un callejón sin salida en un campo abierto por la imaginación. El dolor de este pequeño transformado en arte: no hay mejor metáfora del irreductible espíritu humano.
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